Henry:

Yaya: Te conocí un poquito esas veces que los visitaba. Pude cargarte y acariciarte; brindabas una paz y eras tan suavecita como te veías. Te quise mucho en el poco tiempo que conviví contigo; pero la noticia de tu partida me dolió como si fueras muy cercana a mí. Gracias por dejarme conocerte y por compartirme un poquito de esa paz que le brindaste a tu familia, y del cariño que les demostrabas. Muchas gracias Yaya, para muchos habras sido una mascota; pero para nosotros que te conocimos fuiste parte de la familia. -Henry

Abril Vásquez:

Querida Yaya: La tristeza me invadió al oír esta noticia. Después de conocerte y convivir contigo por varios años, me hiciste amarte y quererte mucho. Sé que no eras mi mascota pero te sentía parte de mi familia también. Todos los que tuvimos la suerte de conocerte te extrañaremos mucho, gracias por hacer feliz a tantas personas. -Abril

Irma:

Mi Yayita, nos dejas con un dolor muy grande y te llevas un pedacito de nuestro corazón. Gracias por ser nuestra niña todos estos años y gracias por darnos la oportunidad de conocer un amor tan puro como el tuyo. Te amamos Tu mami