Tracy Lezama:

Hermosa Pelusa, gracias por todas las lecciones de fortaleza y tenacidad que nos diste. Desde el momento que llegaste por primera vez a consulta nos enamoramos de ti. Fue un privilegio poder ser tu médico y acompañarte hasta el final. Ahora descansa en brazos de Bastet, donde recuperarás tu fuerza y vitalidad en espera de tu nueva misión. Descansa pequeña, cumpliste tu misión de amor, y lo hiciste muy bien.

Armando Rivera:

Gracias por darle tantos hermosos momentos a mi hijas y la mamá de hijas, fuiste parte de la familia y siempre te recordaremos, cómo la mejor cazadora.

Sofi:

Pelusa Siento tanto dolor por tu marcha, que duele el alma . Quería abrirte mi corazón una vez más, decirte cuánto significabas para mi. Fuiste un rayo de luz en mi vida. Quiero darte las gracias por todo lo que aprendí y recibí de tí. Siempre leal y fiel. Me duele tu ausencia. Sigues y estás en mi corazón. Echo de menos tu calor, tu mirada, tu alegría y tus maullidos. Tu cariño cuando estaba triste, tus ronroneos que sanaban. Me enseñaste que hay que vivir el momento presente. A que todo pasa, a que la vida está llena de instantes únicos. Me diste fuerza cuando ésta me faltaba, y alegría en mis días tristes. Te fuiste tal y cómo eras, con tu dulce mirada en los ojos. Sé que estás en un lugar estupendo pasando el arcoíris. Sé que cuidas de mí, de Silvana que te ama y te extraña con su alma, cuidas de tu familia de la misma manera que lo hacías cuando estabas aquí. Hemos compartido tantas cosas juntas… Si, te echo de menos y sé que algún día nos vamos a encontrar. Que tu mirada, maullido y cada ronroneo lo encontraré cada que vea el cielo. Hasta siempre. Gracias. Te amo.

Silvia Medina:

Pelusa llena de energía, cazadora extraordinaria. Gracias por tanto amor y por tantos regalos que me llevabas a mi cama. Nunca olvidaré ese sapo que me dejaste en mi cama. Te amamos pelusa. Ya estás descansando.