Teresa y Odin:

Lamentamos mucho tu partida, Tamara, realmente pensábamos que saldrías avante de tu enfermedad, que habíamos llegado a tiempo y junto con el amor de tu propietaria tendrías una oportunidad, sin embargo la enfermedad ya te había dañado mucho y no pudimos recuperarte, pero nos consuela el saber que te conseguimos más días, que sentiste durante más tiempo el amor de tu familia, que supiste lo que era que te trataran como un ser vivo y no sólo como una mercancía. Ahora sigue con tu camino, donde ya puedes caminar sin tropezar.

Andrea:

Tami: En el corto pero precioso tiempo que estuviste junto a mí me hiciste sentir emociones hermosas, despertaste ese amor en mi hacía las gallinas, me hiciste llenarme de ilusiones en una vida junto a ti y más compañeritas para ti. Fueron momentos difíciles por tu estado de salud y tenía tanto miedo de perderte, de no hacer lo suficiente para ti, pero amé profundamente ser tu mamá gallina. Dormir y despertar junto a ti me hizo sentirme acompañada, cada momento en el tenías pequeñas mejorías me llenaba de alegría, tu carácter fuerte e imponente me deslumbraba. Cuando empecé a escuchar tu voz sentí que habíamos vencido pero poco a poco te fuiste apagando, pero el hecho de que te tranquilizaba el que yo te sostuviera me era gratis, sentía tu amor y que te hacia sentir segura. El día de tu partida se fue una parte de mi también, pero quise que te fueras en mi pecho, quería que te fueras escuchandome decir cuánto te amaba y que nos reuniríamos algún día. Quería que te fueras sabiendo que en este mundo había alguien que te amara siempre. Tami, preciosa. Nos veremos pronto al final del arcoiris. Te amo!